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Si no alimentamos nuestro cuerpo ni bebemos agua todos los días, nuestra salud desmejorará; esa es una gran verdad en el aspecto físico. Sin embargo, en lo espiritual también lo es. Si no sustentamos nuestra alma periódicamente con las Sagradas Escrituras, nuestra fe se debilita y empezamos a perder el contacto con nuestro Salvador. Si deseas un mayor entendimiento de la preciosa Palabra de Dios, si anhelas una guía diaria que te acerque más al Señor, esta excelente colección de 365 lecturas devocionales de uno de los maestros bíblicos más respetados y confiables del mundo ¡es para ti!